¿Qué se puede esperar del Lean? El personal más escéptico puede sospechar que se trata de la fórmula tradicional de siempre y tan de moda últimamente: sacar las tijeras y empezar a recortar, de tal forma que los medios (máquinas, personas, herramientas, etc.) que permanecen, tienen que trabajar, irremediablemente, más que antes.
En proyectos realizados bajo una perspectiva taylorista o fordista se trata de maximizar la productividad utilizando los mínimos recursos para llevar a cabo una determinada tarea, lo que puede conllevar a emplear menos personal directo.
¿El Lean también se comporta así? La respuesta más honesta es que muchas veces sí aunque no debería. El Lean propone que la reducción de la carga de trabajo de MOD a través de mejoras de proceso se compense con la realización de otras actividades como mantenimiento preventivo, mejora continua o cualquier otra tarea encaminada a incrementar la eficiencia del proceso.
Sin embargo, incrementar la eficiencia del proceso sin reducir la MOD implica necesariamente el convencimiento o la suposición de que la empresa va hacia un escenario de crecimiento en el futuro. Como esto no es siempre así, muchos proyectos bajo la etiqueta Lean se han llevado a cabo para la reducción de costes, personal incluido.
Nuevamente vemos otro ejemplo de lo que el Lean pretende en esencia comparado con el uso que se le quiera dar. Según nuestra opinión, decimos sin complejos que un proyecto cuyo objetivo sea el despido de personas no vamos a considerarlo Lean de ningún modo, independientemente de las técnicas que se hayan utilizado.
La reducción de la plantilla es una cuestión mal resuelta sin respuestas del todo convincentes. Un posible argumento amable dice que es mejor despedir a diez trabajadores que cerrar toda la planta o que, de este modo, nos ahorramos contratar a trabajadores eventuales pero no dejamos de estar reduciendo factor trabajo, eso sí, en nombre de la productividad.
Esto es problemático porque, como iremos viendo a lo largo de estos artículos, la implicación de los operarios es clave para el éxito de las iniciativas Lean y, si los puestos de trabajo están en juego, la colaboración será mínima.
Para favorecer la gestión del cambio, se suele decir que en un proyecto Lean, los operarios no van a trabajar más sino mejor. ¿Es esto cierto?
Ya hemos llegado a la conclusión de que sólo en producción despliega el Lean todo su potencial, como es lógico, pues ha sido desarrollado en este ámbito. Es habitual y muy pertinente preguntarse si se puede aplicar la metodología a cualquier proceso de fabricación.
El Lean se ha aplicado con mucho éxito en procesos de producción. ¿Qué sucede en otros ámbitos?
Por su propia publicidad, el Lean se vende como un sistema rupturista con las formas de fabricación tradicional. ¿Es esto realmente así?
Para contestar a esta pregunta consultemos, en primer lugar, un diccionario inglés-español. En su acepción como adjetivo, Lean significa “magro” y más concretamente “sin exceso” o “con poca proporción de grasa”.
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